SUPER VAG
Ya eran los últimos días de un otoño basto y caluroso y bajo el ardiente sol en un camino polvoriento y retorcido viajaba un Perro de aspecto enjuto y deslucido llamado vagabundo sin rumbo determinado, ya había recorrido muchos valles, colinas y praderas en busca de alimento para su familia pero su exploración había sido infructuosa, las garzas lo miraban y murmuraban entre ellas la suerte de pobre vagabundo. Pues ya había pasado por este lugar infinidad de veces, cada día más triste y desorientado.
En una de esas marchas habituales, encontró vagabundo un gran trozo de carne que unos excursionistas habían perdido en su camino, muy feliz lo tomo y salió con la esperanza de llenar la barriga a su cachorritos, pues habían pasado gran parte del otoño sin probar bocado. En su frenética carrera de regreso a su morada, imaginaba vagabundo la satisfacción de sus hijos y el titulo homérico que su familia le colocaría por su hazaña.
Parece ser que vagabundo ese día había pedido mucho al dios Can, pues adelante encontró una enorme canasta llena de tortas, galletas y muchas golosinas más que una caperucita despreocupada había olvidado en el camino. Tomose también vagabundo esta cesta y acomódasela como pudo para llevarla también a su escondite. Pensaba vagabundo que supercan había quedado relegado a sus patas ya que una epopeya como esta jamás la habría realizado.
Así con esta enorme carga caminó por los mismos valles y llanuras que había recorrido antes en una tarea infructuosa y la cual recorría hoy con la satisfacción del deber cumplido y demostrándole al mundo que estaba a sus pies por que había logrado su cometido. Justamente finalizando el último collado, vagabundo encontró a un pariente que lo andaba buscando por cielo y tierra para compartirle algunos alimentos que también había conseguido, pues este consanguíneo había conocido la situación precaria de vagabundo y había decretado ayudarlo.
Vagabundo muy agradecido acepto su donativo y en aras de atesorar mucha comida para su familia durante el periodo siguiente lo llevo consigo. Pobre vagabundo ya casi no miraba por donde andaba, el exceso de carga era tanta que creían las garzas del camino que la carga llevaba al can y no esté a ella. Finalmente llego el galgo a un rio que representaba el último obstáculo para llegar a su escondrijo, pero una creciente del invierno pasado había arrasado el puente y solo un tronco de lado a lado permitía el acceso a la otra orilla, entro vagabundo a un extremo del tronco con sus corvas dobladas y temblorosas, pues la carga era pesada y era mucho el camino que había recorrido para llegar hasta allí, ya iba en la mitad cuando flanqueo su equilibrio y al fondo del rio cayo vagabundo con carga y todo.
La salida del rio fue otra aventura que vagabundo no nos alcanzo a contar, pero dicen las garzas charlatanas que fue otra odisea casi mas heroica que la primera. No se tiene conocimiento como ni a que horas rescato nuestro héroe su carga, pero el gran Vagabundo esa noche ceno en casa con su familia, seguramente esa parte nos la contara Vagabundo cuando regrese, pues se ha marchado nuevamente a escudriñar las bastas llanuras en busca de mas comida y probablemente de nuevas aventuras, lleva en su pecho unas letras gigantes y rojas con la símbolo SV pues ahora se hace llamar SuperVag
Autor
Ferney Segura Gonzalez
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